Rompió con la tradición del campo familiar y lo transformó en uno de producción diversificada | Agrofy News

2022-04-19 09:48:45 By : Mr. Jason Lee

"Es la salida para el pequeño productor, porque se conecta directamente con el consumidor", destaca

En solo 60 hectáreas, el establecimiento Media Legua produce vacas, cabras, ovejas, pavos, patos, pollos, huevos y miel. También elaboran su propia leche, queso, verduras y frutas. “Es una cuestión de convicciones personales, porque para mí el campo es eso”, sostiene Hernán Sánchez, quien en 2016 decidió transformar la actividad sobre el campo familiar, ubicado en San Jerónimo Sud, Santa Fe, con una propuesta de producción diversificada y de base pastoril. La innovación permitió que la finca dejara de tener deudas que arrastraba desde hacía varios años.

Se trata de un modo de producción que, según describe, es algo fuera de lo común. “No hay mucha gente haciendo lo que nosotros hacemos. En la zona parece que somos los que ´no nos subimos al tren de la modernidad´, pero hoy eso se revaloriza y nos llegó el reconocimiento”, asegura el veterinario especializado en producción animal de 41 años. Según considera, “la cosmovisión del campo en la actualidad está ligada al monocultivo a nivel extensivo”, por lo que mantener una variedad agropecuaria es la excepción a la regla. “Nos gusta y es una cuestión de tradición”, completa.

Hernán es quinta generación de productores: “Yo me crié en un campo que era una granja. Desde que tengo uso de razón mis padres siempre tuvieron animales, y siempre estuvimos ligados a la ruralidad”. Además, enumera el tipo de establecimiento que realizó su familia: “Mis bisabuelos tuvieron tambo y esa tradición pasó a mis padres, quienes en la década del 90 tuvieron que cerrarlo, y empezaron un proceso de agriculturización”.

Pero hace cinco años todo cambió, cuando Hernán decidió participar activamente en la estancia familiar. Su propuesta fue profundizar la producción diversificada y de base pastoril. Para empezar, comenzaron a hacer pasturas de forma escalonada, empezaron con ovejas y luego sumaron ganadería bovina.

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Aunque sólo hay cuatro personas trabajando en el campo, entre los que se encuentra Hernán y sus padres, la variedad es amplia. En la actualidad, tienen 40 vacas de cría, 80 cabras, 90 ovejas, pollos de pastoreo para carne y gallinas ponedoras. “Con las dos especies de aves tenemos pastoreo racional con jaulones móviles que se mueven todos los días para que el animal tenga acceso a pasto y a un lugar limpio donde descansar”, añade y destaca que el mecanismo no solo aporta bienestar animal, sino que también trae beneficios al suelo.

A su vez, destaca que cada gallina es faenada entre los 75 y 80 días, por lo que comparativamente, la madurez es mayor. “Camina y se mueve más, así que la carne tiene otra textura. Nuestros consumidores están encantados”. Lo mismo sucede con los huevos, que son más nutritivos, debido a que las gallinas se alimentan con una dieta completa con pastura de alfalfa e insectos.

También producen pavos de las razas tradicionales y patos. Para completar la diversificación, realizan apicultura. “Con tanta pastura nos faltaba cerrar el ciclo, así que tenemos colmenas”, indica el veterinario.

Asimismo, tienen árboles frutales y una huerta destinada al consumo interno. Incluso, en la hacienda hay vacas lecheras para el autoconsumo de leche y quesos. “Tenemos el campo más que explotado”, sintetiza Hernán, quien destaca que alrededor de 15 de personas, entre tíos, padres, hijos y hermanos, comen lo elaborado en la granja.

Para comercializar la producción, recurre al WhatsApp y realiza venta directa. “Tenemos grupos donde cada 15 o 20 días ofrecemos lo que tenemos disponible”, detalla. Para que los clientes retiren la mercadería, eligen uno o dos puntos de encuentro en el pueblo y en la ciudad de Rosario. “Generamos un vínculo de confianza con el consumidor, que es la apuesta fuerte que deberíamos hacer todos los productores a futuro”.

Si bien admite que tal vez no es la opción “más rentable”, aclara que desde que la incorporaron, el establecimiento no tiene más deuda. “Desde que tengo uso de razón, el campo siempre estuvo endeudado con la cooperativa o con el banco. Seguro hubo una mala administración, pero cuando dejamos esa agricultura, logramos salir de las deudas”.

En este sentido, advierte: “Creo la diversificación es la alternativa más viable en pequeñas superficies, porque permite repartir riesgos. Es la salida para el pequeño productor, porque se conecta directamente con el consumidor”.